LA PRACTICA DOCENTE REFLEXIVA. RAICES HISTORICAS DE LA ENSEÑANZA REFLEXIVA (Kenneth M. Zeichner y Daniel P. Liston)
EL PROCESO REFLEXIVO EN POCAS PALABRAS ES CUANDO UNO SE ENFRENTA CON UN PROBLEMA CON CIERTO NIVEL DE INCERTIDUMBRE Y SE PRETENDE Y BUSCA SOLUCIUNARLO. Dewey, con su contribución que hace en su libro Como pensamos se hace una distinción entre la acción rutinaria y la acción reflexiva. La rutinaria hace que las cosas se vean y se resuelvan sin ser cuestionadas, solo por inercia o de manera que no permite la reflexión hacer lo suyo para encontrar soluciones alternativas y se opta por tradicionales. Por tanto, el proceso reflexivo es todo lo contrario, no es una serie de pasos numerados, la reflexión implica como dice la lectura: pasión, intuición, ir más allá de la racionalidad y la lógica para resolver problemas.
Enfocándola a nuestra vida como futuros docentes no dice que en la acción reflexiva se debe usar simultáneamente la razón y la emoción, es decir, no perder de vista las ideas que tenemos acerca de cómo podemos influir en el aprendizaje del niño pero también saberlos escuchar para que a partir de eso lo unamos con lo que sabemos y pretendemos.
La lectura y Dewey marca tres actitudes que debemos tener para la práctica reflexiva:
Mente abierta significa estar dispuesto a escuchar puntos de vista distintos, saber conocer nuestros errores, debilidades para que solo así podamos fortalecerlas.
La responsabilidad en la acción reflexiva implica actuar y considerar las consecuencias de las acciones. Es conocer y evaluar los defectos en los alumnos sobre su desarrollo intelectual, afectivo y motriz (psico y socio), así como saber si lo que pretendemos le sirve a todos.
La honestidad es comprender y conocer hasta que punto le sirve a los niños lo que se pretende que aprendan, compra la propia enseñanza y ver de manera abierta para aprender de las situaciones.
En situaciones de aula parece ser muy difícil de realizar pues en el momento se requiere de respuestas rápidas. Pero he ahí nuestro pensamiento reflexivo: si equilibramos la rutina con este pensamiento reflexivo lo podemos hacer, pues la rutina nos sirve como una guía para la acción y que implica sin esfuerzo un pensamiento, en donde cabe el pensamiento reflexivo con actitudes ya mencionadas.
Dewey nos pone las bases de la práctica reflexiva, pero Schon nos dice en que momento se puede dar, sobre la acción (antes y después) y en la acción. Pero difícilmente por más que reflexionemos en la acción no daremos respuestas concretas a menos que actuemos antes de la acción para orientarlo y después de la acción para reorientarlo.
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